La caida del sistema mercante
Qué se le va a hacer, soy un nerd y me gusta escribir, aca está el resultado jajaja.
Esto es una broma
Era un día como cualquier otro en el sistema mercante, cientos de naves iban y venían entre las dos colonias Tortugueanas, allí establecidas con propósitos mercantes, era un sistema muy próspero, pues año a año llegaban enormes naves de transporte cargando toneladas y toneladas de recursos que se vendian rápidamente y que traian gran prosperidad, pero algo extraño se cocia en el espacio, el almirante Pepe le Cres lo sabia, lo olia en el aire. Decidió entonces elevar un pedido al ministerio de defensa:
“envien por favor refuerzos, estamos ante una invasión inminente”
“¿Cuál es la situación? Los están atacando?” Preguntó el oficial que recibió la transmisión desde el planeta capital Tortuga.
“Aun no, pero no tardarán mucho en hacerlo” Exclamó Pepe le Cres.
“Sin pruebas de lo que dice no puedo enviar a la flota hasta allí, están a 10 sistemas de distancia, podriamos dejar totalmente despotegida la capital”.
“No tengo pruebas, pero se que nos atacarán”.
“Lo siento, haga un informe y envíelo, la cúpula evaluará si envia la flota, o parte de ella hasta allí”.
“Mire, no perdamos mas tiempo, ustedes están muy lejos, si nos atacan no podrán defendernos, y aqui no tenemos los medios para hacerlo, he estado inspeccionando las defensas y son muy endebles, no aguantaremos lo suficiente hasta que llegue la ayuda, además somos el territorio más próximo a Warlock y el motor económico de Tortuga, no permitan que perdamos la guerra de una manera tan tonta, envíen los refuerzos, aunque sea mas legiones, las suficientes para aguantar hasta que la flota llegue”
“Entendido Almirante, enviaré esta información al alto mando y le comunicaré luego la decisión”.
Pepe le cres se comia las escamas de las manos, el sistema mercante producía grandes cantidades de recursos que eran consumidos luego por las industrias de toda Tortuga, no podian perderlo de una forma tan simplona.
“Almirante Pepe le Cres, el alto mando ha tomado una decisión, no moverá la flota tan lejos de la capital y menos en situación de guerra, sin embargo enviará 900 naves a cordones verdes, a 4 sistemas de allí. En cuanto a las legiones, el sistema mercante está densamente poblado, arme una milicia, no se movilizará a la infanteria hasta allí. Las órdenes son estas y no pueden ser objetadas, que tenga buenos días”.
Pepe le Cres estaba estupefacto, “¡¡A 4 sistemas!!! De qué me sirve la flota a 4 malditos sistemas!!! Y el colmo de los colmos¿que reclute las legiones yo? Esto es una maldita broma...”
El asedio de Pincho rosa
En una mañana que aparentaba ser como cualquier otra, la paz y la tranquilidad fueron interrumpidas intempestivamente por un sonido estremecedor, nadie se lo esperaba, todos estaban en sus rutinas normales, cuando los radares empezaron a pitar rabiosos.
Una flota sumamente sigilosa, tanto que no había sido percatada por los sistemas de defensa, se había colocado en órbita del planeta Pincho Rosa, y había comenzado a descargar cientos de legiones sobre la superficie del planeta. Los radares detectaron este movimiento y las alarmas se encendieron. La población huyó para esconderse en sus casas, las legiones corrieron a sus posiciones, y los encargados de las baterias comenzaron a abrir fuego. El cielo se llenó entonces de cientos de estrellas fugaces, unas iban y otras venían, algunas impactaron en otras generando estruendos ensordecedores, la paz en el planeta había sido cambiada por un verdadero infierno, miles y miles de hombres emergian de la capital para combatir a miles y miles que llegaban sin cesar y desembarcaban en el planeta. Pero los enemigos eran demasiados y estaban bien preparados, el planeta caería inevitablemente.
En el planeta Tortuga Pepe le Cres saltó de la cama como si de un gato se tratase, ante el sonido de las sirenas en el cuartel. Corrió a la sala de guerra donde estaba en comunicación directa el general a cargo de la defensa de Pincho Rosa, le decian Shadow, por su cresta roja y negra.
“Señor Pepe le Cres!! Necesitamos refuerzos, nos están aplastando aqui!”.
“¿Cuál es la situación general? Cuántas tropas cree que tiene el enemigo?” preguntó el almirante Pepe le Cres.
“Son demasiado para nosotros, pero creo que si movilizamos todas nuestras fuerzas ahora mismo, podremos retener el planeta y rechazar la invasión”.
“Entonces así lo haremos, llamaremos a la flota de cordones verdes a que venga a auxiliarnos, mientras trataremos de resistir todo lo que podamos”.
Una vez finalizada la conversación Pepe le Cres se comunica con Caparazón, la capital de Tortuga para avisar del ataque.
“Almirante Pepe le Cres, estas son sus órdenes, el sistema Mercante es primordial para nuestra subsistencia, no permita que este caiga, enviaremos legiones mediante tecnologia hiper espacial y movilizaremos a la flota desde cordones verdes hasta allí, recuerde estas palabras, ni un paso atrás, mientras haya esperanza de conservar el planeta Tortuga usted no se rinda, combata hasta el final si es necesario, me oyó bien? Hasta el final,es una orden”
“¿Y el planeta Pincho rosa señor?”
“No es importante para nosotros, deje que lo tomen, en cuanto llegue la flota destruirá al invasor y recuperaremos el planeta mas tarde, no arriesgue su posición en Tortuga”.
Al finalizar la conversación, Pepe le Cres se comunica de nuevo con Shadows para informarle las órdenes.
“Señor Shadows, usted se encuentra solo, tenemos órdenes de no mandar refuerzos, incluso tenemos órdenes de tomar legiones de ese planeta para reforzar nuestra posición en tortuga”.
“Pero almirante, nuestras posibilidades son buenas, tenemos una defensa sólida, y si evitamos evacuar a la población, la moral de las tropas aumentará y el planeta resistirá, si no cae Pincho Rosa, entonces no caerá Tortuga, creame, se la mejor opción…”
En el instante de la invasión, el planeta Pincho rosa estaba habitado por 571 unidades de población (285000 habitantes), defendido por 49 legiones (49 mil soldados) y 64 baterias antiaereas.
Desde el planeta Tortuga movilizaron suficientes legiones para incrementar guarnición hasta 100 legiones (100 mil hombres). Pepe le Cres optó por no evacuar a la población civil, para motivar a las tropas a defender el planeta.
Finalmente tras duras batallas, se hizo evidente que el planeta no podía ser retenido, las fuerzas invasoras eran demasiadas y tenian una ventaja de inteligencia increiblemente alta, sabían donde y como atacar. Ante las pérdidas atroces de hombres el propio Pepe le Cres decide viajar al plaenta y dirigir la defensa él mismo, y aqui es cuando descubre increible traición… el propio general Shadows, estaba ayudando a las fuerzas enemigas!!! Era un traidor!!! Contra inteligencia lo había descubierto, era un infiltrado del movimiento separatista en pincho rosa, y aprovechó la situación para ayudar al enemigo a tomar el planeta.
Antes de huir del planeta luego de su humillante derrota, Pepe Le Cres ordena la captura de Shadow y su ejecución por fusilamiento, luego se retira en una nave privada camino a Caparazón, para rendir cuentas con el alto mando.
En la invasión, las fuerzas de tortuga perdieron 100 legiones, mientras que los invasores perdieron 144.